► XIMENA NAVARRETE | Mujeres Publímetro Julio 2012
3:03 p.m.
Basta una sonrisa suya y una mirada profunda para que el aire a su alrededor vibre; la Miss Universo 2010 hace gala de su belleza en una sesión fotográfica en la que el cansancio se resiente en todos lados, menos en los ojos
Por Nelly Cabrera y Erick García Cruz
Existe un mito urbano que, a estas alturas de la era de la información y la sociedad del conocimiento, ya muy pocos creen: las mujeres hermosas sólo destacan por su apariencia. Y la misma historia se ha encargado de demostrarnos —sin quererlo o de manera inconsciente— que las féminas cuya hermosura ha sido la inspiración de cantos, loas, esculturas, novelas, pinturas… son más que presencia arrebatadora. El arte y la historia, hipnotizados por bellezas dignas de ser inmortalizadas.
Se podría decir que la jalisciense Ximena Navarrete es consciente de su fuerte presencia. Y el planeta entero lo atestiguó cuando fue galardonada como Miss Universo 2010. Y ella lo sabe, lo transmite, lo vive.
La primera imagen lo corrobora: se abre la puerta de la habitación donde se prepara para la entrevista y el shooting, nos recibe de espaldas, con una cabellera como crestas de un mar japonés de la Edad Media: ondas sin tiempo y orgullosas de sí mismas. Luego, su perfil derecho que nos saluda y nos invita a sentarnos.
Después, una lección de imagen: uno a uno, de derecha a izquierda, sin atrás o adelante, la tímida cámara fotográfica guiñe y se deja seducir por cada ángulo de Ximena, instantáneas sin desperdicio. Prácticamente cada una de las tomas es buena, no hay imagen en la que no luzca. Y a la hora de las preguntas, la vista colmada da paso de la voz expectante. Y parafraseando al poeta Pablo Neruda, a Ximena no le caben los ojos en la cara, no le caben los ojos en la tierra…
¿Cuáles son tus proyectos? Tenemos entendido que cubrirás los Juegos Olímpicos de Londres 2012…
Voy a estar haciendo un programa, de México, que será sobre las Olimpiadas, el cual estaré haciendo con Carlos Loret de Mola. Estoy muy contenta, pues tengo muchos proyectos nuevos. Si bien hay algunas ofertas de actuación, pero por ahora estoy concentrada en la conducción y en seguir con las marcas con las que he venido trabajando. Han venido buenas oportunidades de trabajo.
¿Nos puedes platicar como será esta conducción para los Juegos Olímpicos?
Estamos preparándonos en conjunto con Loret de Mola, con quien voy a conducir este programa que se transmitirá diario, en vivo, después de Primero Noticias. Se llama Primero Londres. Por ello, me estoy preparando bastante, leyendo muchos de las Olimpiadas, por ejemplo, de la historia, para ir bien preparada a la conducción.
En tu vida, ¿practicas algún deporte?
No. Hago gimnasio, pero no practico ningún deporte en especial.
Dices que tienes ofertas de actuación, ¿lo ves como una posibilidad a corto, mediano o largo plazo?
Sí, lo veo como una posibilidad. Yo he decidido valorar todas las cosas que se me han presentado, pues me gusta mucho involucrarme en proyectos que tienen buena calidad; si es con marcas de prestigio, que sean con valores, es algo en lo que me fijo mucho. Cuando decido involucrarme en algo, me gusta que tenga buena difusión y sea transparente y, claro, que llene mis expectativas.
La cuestión de actuar la contemplo como una opción. Voy a participar en una cinta, pero no implica que me vaya a dedicar el resto de mi vida a filmar películas, pero es una experiencia interesante, una nueva puerta.
¿Cuál es el tema de esta película?
Se llama Agente Sánchez, se grabará en Brasil y México y mucho de lo que rodemos aquí se realizará en Jalisco, en Guadalajara —de donde soy yo—. Se grabarán algunas escenas en las costas jaliscienses, que son muy bonitas. Es una película mexicana de acción y comedia. Estoy contenta con esa nueva opción. Mi papel es secundario, pero interesante, me llenó las expectativas. Sé que no soy actriz, pero vamos a ver qué pasa (ríe y levanta sutilmente los hombros).
¿Cuáles son los valores que te llaman la atención de una marca o de un proyecto?
En mi familia, mis papás me han inculcado valores, tanto a mi hermana como a mí. Creo en la responsabilidad, el respeto, la honestidad; ésta, sobre todo, es la más importante.
Por otra parte, en mi año de Miss Universo (20120) estuve haciendo mucha actividad altruista. Estoy muy enfocada con las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es a lo que más me dediqué y es en lo que sigo trabajando. En la actualidad, se abrieron las oficinas de Aid for Aids en México y yo voy a ser la representante de ellos en nuestro país.
¿Por qué seleccionaste esta temática?
Me encanta ayudar en la medida de mis posibilidades. Tomé muchos cursos y estudié tanto al respecto, visité bastantes hospitales, tantas familias en las que todos padecían el VIH, que me eso me permitió convencerme de que si bien es una enfermedad sin cura, se puede combatir.
En la actualidad, la discriminación está muy presente respecto de ese tema, mucha gente lo ve como un tabú, con mucho miedo, y no debe verse así. Existen muchas opciones, hay acciones que se pueden llevar a cabo cuando a alguien le transmiten el virus del sida.
¿Cuál es tu objetivo con esta labor?
La prevención, definitivamente, y la no discriminación, porque cuando alguien ha contraído el virus, no debe ser discriminado de ninguna manera por las personas. Creo que no debe verse de esa forma, y todo a raíz de que se transmite de cierta manera (sexual).
Uno debe tener la mente más abierta, debe explorar las opciones de sobrevivencia cuando se contrae el VIH, pues no es un mal por el que se tenga que morir.
¿Qué implicó el paso de tu reinado como Miss Universo 2010 a esta nueva etapa?
Cuando fui Miss Universo estuve como loca, viajando por todos lados, con muchísimo trabajo, entonces y ahora. Por esos días, la diferencia es que vivía en Nueva York, ahora radico en México, aunque sigo viajando bastante a la Gran Manzana, como le dicen.
Si embargo, ha cambiado un poco la dinámica: antes trabajaba en diferentes países, cada semana uno distinto; ahora, más en México, donde puedo darle más atención a los proyectos que me importan.
Por ejemplo, con L’Oreal en junio comenzamos a hacer grabaciones; además, me puedo enfocar más en lo que a mí me gusta, como la conducción.
¿No era más conveniente quedarte en Nueva York que venir a México?
No, porque yo soy mexicana y a mí me gusta mi país, y sigo teniendo trabajo en Nueva York, por lo que puedo ir y venir. Siempre dije que después de Miss Universo me quería venir acá a trabajar, y eso estoy haciendo.
Mientras fuiste embajadora de la belleza mexicana, ¿cómo viste la mirada que se tiene de México en el exterior?
Siempre me recibían muy bien; quieren mucho a los mexicanos en el extranjero; me quedé con una muy buena impresión de los lugares donde trabajé, de las naciones que visité, las personas con las que conviví… Tiene mucho que ver lo quieras demostrar a las personas. Siempre me recibieron con una sonrisa y me quedé muy contenta de todas esas experiencias.
¿Cómo decidiste presentarte en un concurso de belleza? ¿Era un trampolín para proyectarte en otros ámbitos?
Yo empecé a modelar desde los 15 años de edad. Me invitaban a sesiones de fotos y catálogos y a promocionar diferentes marcas, hice algunas pasarelas también. Lo de los concursos de belleza se fue dando poco a poco. Cuando cumplí 18 años me invitaron a concursar. Yo no quise en ese momento porque estaba dedicada totalmente a mis estudios. Y sí, trabajaba, pero veía esto como un hobby. Déjame contarte que en 2008 ganó Nuestra Belleza México una muy amiga mía (Karla Carrillo) y ella me platicó los pormenores. Luego, ella fue a Miss Universo y al año siguiente me inscribí y gané.
¿Has ejercido tu licenciatura en nutrición?
No, la dejé. Al principio yo tenía el plan de combinar mi profesión con mi carrera, pero es imposible. Cuando entras a un concurso de belleza, es demasiado absorbente, no puedes estudiar y trabajar al mismo tiempo. En México nos dan una preparación amplísima antes de competir en Miss Universo, por lo que debes enfocarte todo un año —o año y medio— en preparación, específicamente para ir al concurso.
¿Qué tipo de preparación tuviste?
Son muchas clases que van desde maquillaje, pasarela, historia, cultura, expresión verbal, expresión corporal, un sinfín de temas. En verdad, es un año y medio muy pesado. Es como si estudiaras en la universidad.
¿Qué cosas te duelen de México?
Me duele ver la situación en la que viven muchas personas en la actualidad, que no todos los niños tengan acceso a la educación, pues si otra fuera la situación, en el futuro podríamos construir un mejor país. Definitivamente, creo que la educación es la base de todo: educar personas honestas para que puedan ser responsables, con un trabajo digno y que no haya necesidad de que se involucren en trabajos ilícitos… Me duele que hoy se viva la inseguridad en nuestro país. Hace falta que nos pongamos las pilas todos.
Al respecto, ¿ves algún cambio en la Guadalajara de tu niñez y la que vives ahora?
Guadalajara es un lugar inmenso en la actualidad, ya casi padecemos el tráfico vehicular como en la Ciudad de México, por lo que sí hay un cambio impresionante.
En cuanto a otros asuntos, lugares, necesidades de la gente, en Guadalajara —una ciudad muy grande— y Jalisco puedes encontrar un sinfín de cosas.
En pocas palabras, ¿cómo te gustaría que te recuerden?
Como una mujer mexicana trabajadora, responsable, honesta… en resumen, mexicana.
Fuente: http://mujerespublimetro.com.mx
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